Los pasados que nunca existieron
Como si fuera yo el último grano de arena
En medio de una playa
Terminé ese extraño sueño, con aquel pensamiento
Que me nació de una realidad antigua, pero verdadera
Un tiempo extraordinario, que se acabó en medio de la mediocridad
Creo que llegué a ese sentimiento porque, en ese ser, veía toda una inmensidad
Alta como el cielo, es decir, fuera del alcance de la cobardía
Pero no, aunque fuéramos dioses del caos, justamente
De la nada podía nacer todo, incluso la cobardía
Y recién soñé con un encuentro, en el atardecer de la costa
No diría de un momento que tardó en venir, pasar
Porque en el pasado, nunca existió
Creo que ir paseando, corriendo por aquellos senderos me la hizo aparecer
Como un correo mandado por las ondas del invisible No suponemos todo lo que pasa al revés del mundo
Hasta los pasados que nunca existieron
Los superamos con ojos de humanidad, explicándonos los temas con mucha inteligencia
Que sea intelectual o emocional, que tenga incluso la profundidad del entendimiento, del perdón
Pero eso no borra la memoria, y por lo mejor creo
Así que pude soñar eso
Que contaré en otro momento
Jean-Marie Loison-Mochon